viernes, 9 de diciembre de 2011

Atunes a popping.., ¡pura adrenalina!.

Los atunes representan  el grupo de peces con mas potencia que te puedes encontrar en los mares del planeta, aunque es uno de los peces mas perseguido por las flotas de pesca profesional, todavía quedan lugares en el mundo donde se les puede encontrar en su estado mas puro y salvaje. Para el pescador recreativo es un símbolo de diversión y un auténtico reto medir fuerzas con un gran atún…
En esta entrada queremos abordar la pesca en superficie de estos incansables nadadores, Marcus Mueller nos contará algunas de sus experiencias con los atunes de aleta amarilla (Thunnus Albacares); recomendaciones de equipos y técnica a utilizar para su pesca. En otro apartado Carlos Ramos comentará sus vivencias a popping con el atún dientes de perro (Gimnosarda Unicolor).

Rabil – Yellowfin tuna
(Thunnus albacares)


Otras denominaciones: atún de aleta amarilla o atún claro (castellano), kihada (Japón), albacore (francés), allison tuna (Australia, Hawai, …), grand fouet o thon jaune (Reunión, …), longfin tunny (Mauricio, …).

Descripción:  

Su dorso es azul oscuro con una franja iridiscente amarilla o dorada en cada costado que va desde el ojo a la cola. La zona ventral es plateada y presenta 20 líneas claras verticales y discontinuas. Las aletas pectorales llegan al origen de la segunda dorsal. Total espinas dorsales: 11 -14, total radios blandos dorsales: 12 – 16, espinas anales: 0, radios blandos anales: 11 – 16.

Cuando alcanza cierto tamaño, su característica morfológica más evidente son sus larguísimas y amarillas aletas anal y segunda dorsal; las pínulas son de color amarillo limón con los bordes negros. Se trata del túnido con mayor colorido en su librea.

Se alimenta de peces voladores, otros pequeños peces, crustáceos y calamares. Puede alcanzar los 200 Kgs de peso y superar los 2,3 metros.

Distribución:

Especie altamente migratoria, se le puede encontrar en las aguas tropicales y templadas (15 – 31ºC) de Indico, Pacífico y Atlántico, estando ausente en el Mediterráneo. En sus migraciones puede llegar según las zonas a latitudes 45ºN y 45ºS.





Atún de aleta amarilla en superficie
Mi primer contacto con el atún de aleta amarilla o rabil (thunnus albacares) se remonta al año 2004.
Nos encontrábamos entonces embarcados en Panamá siguiendo en paralelo a una distancia de unos 100 metros a un grupo de delfines cuando nuestro patrón, el experto Travis Petersen los adelantó para luego aminorar marcha y seguidamente ordenar: “Cast, cast”
Lanzábamos entonces como posesos hacía donde supuestamente debían estar los atunes que suelen en numerosas ocasiones maniobrar de avanzadilla por delante de los delfines y cazar conjuntamente.
En aquella secuencia no obtuvimos respuesta alguna y ya fue algunos minutos más tarde al insistir lanzando un Surface Bull GT de Yo-Zuri en popa cuando tuve mi recompensa con un bonito ataque en superficie.
No presentó por momentos mucha resistencia el yellow fin tuna y no fue hasta que lo traje hasta la embarcación cuando de golpe parecía despertar y desplegar su verdadera fuerza y resistencia y me tuvo dando vueltas de banda a banda durante un rato largo. Finalmente un pequeño atún de una veintena de kilos fue embarcado no sin dificultades.
Estábamos solo en el comienzo de la temporada y los atunes grandes todavía no habían hecho acto de presencia. Sabíamos que por aquella zona solían acudir en gran número, pero lo más significativo era que los podías pescar a popping.
Siendo el más distribuido de los atunes y presente en todos los océanos, tanto en aguas templadas como tropicales, esta especie no presenta las mismas facilidades a la hora de tentarla con popper, stickbaits, etc. en superficie.


Me atrevería a decir que hay zonas en las que el atún de aleta amarilla desprecia y rechaza cualquier señuelo artificial presentado en superficie y al contrario hay otras donde lo vuelve prácticamente loco para atacar sin miramientos.
Unos cuantos años pasaron desde entonces y solamente algún encuentro esporádico en Maldivas, con ejemplares aún menores y otro intento frustrado en Panamá en 2008 fueron el triste balance.
No fue hasta el año 2010 en Coetivy (Seychelles) en donde volveríamos a vivir momentos intensos cargados de adrenalina con atunes mágicos volando literalmente por los aires!!


¡Qué espectáculo el de aquellos días! Las fragatas planeando en círculo fueron las primeras en avisar. No había que navegar mucho ya que sobre la marcha aparecieron nuestros protagonistas. Los podías divisar desde lejos.
Yellow fin tunas cazando a una velocidad endiablada, elevándose metros por encima del agua, atacando a todo lo que se movía. Era tal la voracidad que incluso podías dejar el señuelo inmóvil en superficie, si había atún cerca era igualmente atacado. No se dejaban perturbar por nada del mundo, ni siquiera el ruido de los motores fueraborda parecía molestarles.
Salieron por entonces una docena de ellos, todos parejos sobre los veinte y pico de kilos. Poppers varios (Cubera, Tuna de Seawood, Roosta de Halco) de entre 80-100 grs. eran atacados y placados con violencia, con algunas picadas múltiples.
Todavía tengo en la retina grabado como un yellow fin de mayor porte, estimado en 45-50kg a cinco metros del bote aparece a una velocidad vertiginosa desde el azul, levanta un aguaje tremendo, atrapa el Surface Bull limited version flyingfish y arranca sacando de una sola carrera aprox. 170 metros de trenzado 60lb del Stella Fa 8000.
Solo queda por agarrarme a la vara y esperar acontecimientos. La bobina no deja de escupir línea y cuando finalmente se para y miramos atónitos a los 60-80m que quedarían, el skipper sugiere ir detrás del peje para recuperar algunos metros antes que arrancara de nuevo.
Aquello fue algo similar a una tortura ya que al minuto mi cintura se resentía por el peso de aquel animal y por el mero hecho de que estaba pescando con un equipo medio, careciendo la caña, una Caranx Kaibutsu Pencil Instrument, la suficiente potencia para poder arrastrar el atún.
Se me pasaba por la cabeza por momentos, de cómo debía ser cuando estás ‘pegado’ con un  atún rojo de 80kg, uno de esos que por aquel tiempo estaban de moda trancar en superficie en los costas de Massachusetts, E.E.U.U. Ni de loco, ni que me paguen el viaje,  gracias.
Recuerdo como en 2 ocasiones el bicho cambió de posición, acción que por momentos me hizo pensar que se había desanzuelado y fue finalmente en la última, cuando presumiblemente al virar, el ángulo de la línea variara, rozando con sus agallas o aletas y partiera el twisted leader de 100lb.
Clavar, pelear y acercar un atún de aleta amarilla de 60-70 kg con un equipo de spinning pesado es un verdadero desafío. Se presenta como arduo trabajo, si el pescador tiene el aguante físico suficiente y su equipo resiste hasta el final.
Ya no quiero pensar en aquellos leviatanes de más de 130 kg que te vacían el carrete en un abrir y cerrar ojo, revientan carretes de bobina giratoria y parten cañas de popping por doquier!
Se le atribuye a este túnido el mayor despliegue y poderío físico comparable en tamaño y peso, incluso por encima del gigantón atún rojo o bluefin tuna.
¿Señuelos a utilizar? La eterna cuestión que tantas veces presenta dudas pero que en el fondo se solventa con la lógica racional que caracteriza al pescador observador. En función sobre el tipo de carnada que esté predando el atún en ese preciso momento escogeremos una u otra. Si no lo tenemos claro colocaremos uno de tamaño mediano (de 13-16 cm) que suele coincidir la mayoría de las veces con el perfil de alimento que se ajusta a sus necesidades.

Equipos

Bajo mi modesto punto de vista y escasa experiencia, diría que la caña idónea para la pesca de este combativo túnido es aquella que se situa entre los 2,40- 2,60m ya que no siempre nos da esa facilidad a la hora de alcanzarlo y una caña de esa medida nos proporciona ventaja en algunos metros más de alcance que a veces resulta determinante.
Pese a no ser la longitud óptima a la hora de pelear y sobre todo manejar el peje al lado del barco, todavía nos movemos en un parámetro de relativa maniobrabilidad.



La acción la situaría en torno a los 150-170gr de lance, con una puntera más flexible a la hora de mover paseantes y stickbaits, pero con la potencia de arrastre suficiente para poder tirar de ejemplares que superen los 40-50kg.
Que la acción de la caña sea progresiva es un plus añadido aunque no vital.

Un carrete de spinning mediano a grande de recuperación rápida de contrastado calidad como la que encontramos en los Stella de Shimano y Saltiga de Daiwa siempre serán de ayuda para que jugemos con ventaja y el combate se decante a nuesto favor.
Líneas trenzadas de min. 300 m y de al menos 60lb con un bajo de 130lb son prioridad, aunque a veces no suficientes en cantidad.

Los señuelos a escoger como ya mencioné anteriormente, de tamaño mediano que ronden entre los 60-120gr max., pencil popper  por delante de cualquier otro popper de boca más ancha ya que estos tienen la ventaja de tener mayor peso en la parte trasera, por lo que se lanzan más lejos, apoyan el trasero en el agua y por consecuente se dejan recoger a una velocidad más alta que es lo que más le va al atún en la mayoría de las ocasiones.

Los paseantes, ya sean flotantes o sumergidos los moveremos a un ritmo más pausado pero constante. Estos al contrario de los poppers requieren de cierta técnica para que naveguen de manera atrayente y no admiten el márgen de error de estos últimos.
Muchas veces subestimados, pero a la hora de que nuestros contrincantes se muestren reacios a picar, son los que en ocaciones marcarán la diferencia.

En cuanto a marcas no me quiero extender. El mercado actual está saturado con infinidad de ellos apto para su manejo y a la hora que el yellow fin tuna esté por comer, todo es válido.


Dentro de unos pocos meses a dos puñados de pescadores aficionados al lance pesado tropical se le presentará una muy buena oportunidad para poner a prueba todo lo que ya comenté en este artículo. A ver si alguno de ellos es capaz de hacerse un regalito y a nosotros  los seguidores una alegría.

¡Buena suerte!
Marcus Mueller.



Doggies a Popping
Este pez últimamente se ha convertido en uno de mis objetivos favoritos para pescarlo a popping, nunca sabes en que momento y por donde aparecerá, ¡eso sí!, siempre aparece como un torpedo provocando una enorme explosión de agua.
¡No sé porqué!.. pero la mayoría de las veces ataca los señuelos muy cerca del barco, incluso en la misma banda, provocando que el corazón se te salga por la boca, en Coetivy hicimos un doblete a popping espectacular, entraron tan cerca de nosotros que pudimos contemplar como su enorme boca se tragaba el popper, también tuvimos algunos ataques fallidos que estuvieron a punto de abollar el aluminio de las barcas….
Si te entra uno grande te puedo garantizar que ese señuelo quedará jubilado en el 99,9% de los casos, es increíble la potencia que tiene esa boca, sus dientes cónicos no cortan como los de un Peto, pero hacen un destrozo tremendo, retorciendo y sacando el cable de acero del interior de los señuelos…
Una vez ha pillado el popper, su primera carrera hacia el fondo es espeluznante, no aconsejo en este momento tener el freno muy fuerte por dos motivos, uno…, porque es muy probable que tengas rotura de línea o bajo, y el otro porque a no ser que sufras una metamorfosis y tu piel se vuelva verde, no hay brazos que aguanten tremenda embestida.
De momento como dice Iván…, ¡que sienta que domina!, no ponerse nervioso es fundamental, yo al principio apretaba el freno temiendo que me vaciara la línea del carrete y perdí algunos muy buenos.
Sucede por desgracia que a veces bajan mucho y dependiendo de la posición del barco pueden cortar la línea en el canto, lo buscan como posesos…, es el momento del Skipper hay que indicarle que mueva el barco en la dirección que corre el bicho, a partir de este momento y cada vez que el bicho pare, habrá que ir metiendo presión para que suba, arrancará tres o cuatro veces mas dependiendo de su embergadura.
Si es grande ni te plantees sacarlo rápido, ¡simplemente no podrás!, hay que tener paciencia, ¡ojo! en los últimos momentos de las peleas, la piel de los atunes se desvara con facilidad y puede traer un agujero grande producido por el anzuelo, si pierdes tensión un instante lo puedes perder a última hora, desgraciadamente esto me sucedió a mi con uno muy bueno, lo peor de todo es que se grabó en video y sigo llorando cada vez que lo veo..., así que voy a compartir con ustedes mis penas…., al final podrán oir la respetuosa oración que siempre rezo a todos los peces grandes que consiguen soltarse sin hacerse la foto conmigo.




No me atrevo a decir que señuelo es mejor o peor para pescarlos, le entran a todo, poppers ruidosos con grandes bocas, pencils, stickbaits, skipping lures, etc…
Cuando estan alterados les puedes dejar el señuelo completamente parado que lo cojeran, el trópico es muy exigente así que será conveniente pescarlos con un equipo acorde a las circunstancias, mínimo cañas con potencia de lance de 180 gr y un carrete de gama alta con buena capacidad de línea, al contrario de un GT que aguanta, aguanta y aguanta este corre, corre y corre sacando mucha línea..






Aunque el perímetro de arrecifes a pescar tenga 200 millas, no están en cualquier sitio, habrá lugares donde puedas sacar alguno suelto o ni los veas y otros donde se morderán unos a otros para coger tu señuelo, nosotros siempre las mayores agrupaciones las hemos encontrado en las puntas ó vertices del arrecife mas orientados al norte o sur, sucede lo mismo en los bancos sumergidos, también las zonas de fuertes corrientes son buenas, ya cerca del arrecife en aguas someras suelen localizarse como la mayoría de los depredadores rondando los canales de salida y entrada a las lagunas.

Espero en mi próximo viaje enganchar uno bien gordo en superficie…


¡Buena pesca!...
Carlos Ramos

9 comentarios:

Unknown dijo...

¡Madre mía!
Si alguna vez tuviese la suerte de enganchar uno de esos viajes, he de recordar meter en el equipaje unos esquíes.
Muy buen relato, se nota el nivel superior que da la experiencia.

En hora buena.

Carlos Ramos dijo...

Todo es proponérselo Rafa, además tienes a Marcus que te pone rápido al día...
Yo este año he sido bueno y creo que los Reyes me van a regalar uno..
Me alegro que te haya gustado la entrada.

Un saludo.

Jose Angel dijo...

Bonitos relatos!, ...después de leerlos es como si ya estuviera con vosotros en plena faena tropical y, por desgracia, ...todavía me faltan cuatro meses de espera.
Un abrazo.

Y digo yo dijo...

Genial Carlos un autentico disfrute ;)

Francis dijo...

Que recuerdos !!!!,pasa el tiempo y aún tengo las mismas sensaciones que entonces..los carretes corriendo,peces saltando por todos lados, el nerviosismo general... , me encanta.
Yo entré en el popping a través del jigging , pero reconozco que la sensación de las picadas y peleas en superficie, son mucho más espectaculares que en el fondo.Es algo que engancha... y mucho !!
Buen trabajo a los dos !!, ya no nos queda CASI NADA.....aunque este año nos toque ir separados..
Un abrazo
Francis

Carlos Ramos dijo...

Gracias Abe, tu Peto también estuvo a punto de salir, pero a tí se te escapó por culpa del mate :-)..
¡Cierto Fran!, este año les echaré de menos, ya leeremos por aquí como nos fué a cada uno..
Marcus he disfrutado mucho leyendo tu entrada, espero que sea la primera de una larga lista..

Un abrazo.

umque dijo...

Hola a todos. Yo tuve la suerte de enganchar un aleta amarilla en Lakshadweep y amigos, como ya dije en el viaje a mis compañeros ,fue la pelea más divertida y emocionante que tuve, además que me hizo dar más de cuatro vueltas al barco. Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Genial su explicación amigo!!!,me encanta la pesca,es pura adrenalina sentir como te sacan sedal de la bobina, ese sonido es excitante,pura adrenalina!!!, saludos,un abrazo grande desde Cuba!!

César David Fong dijo...

César David Fong,Bellas experiencias amigo!!!,para un pescador sentir la bobina sacando 50 60 100 metros de sedal es pura adrenalina,es un encanto!!!, gracias desde Cuba.