domingo, 5 de junio de 2011

El “otro viaje”. Viajes de pesca

Hecho de menos esta sensación y espero que vuelva pronto, me refiero al “otro viaje”, mucho más que una semana de pesca,… ¿ realmente cuando empieza nuestro viaje ?

La ilusión de poder compartir con los demás nuestras experiencias es lo que da sentido a todo lo que hacemos y por eso lo llevamos a cabo.

Nada tendría sentido si no pudiéramos disfrutarlo con los demás, ¿de qué serviría?

Compartir con los amigos estos momentos inolvidables de aventuras, más que el momento en sí mismo, es lo que hace que nos enganchemos de una manera casi enfermiza a estas sensaciones tan fuertes. Las que experimentamos cuando emprendemos cada viaje son innumerables y empiezan desde mucho antes de subirnos al avión.

Un día te llega ese primer correo de un amigo que te dice: Oye has visto el reportaje que ha salido de un grupo que acaba de volver de las Seychelles ?...Tiene muy buena pinta, por qué no vamos?

Se produce el primer cosquilleo y la primera subida en tus palpitaciones, dejas de lado por unos momentos lo que estás haciendo en el despacho y tu imaginación empieza a transportarte y sin darte cuenta el veneno ha entrado, tu viaje ya ha empezado, aunque queden meses para coger el vuelo.

A partir de ahí tienes el deseo insaciable de saber más, de conocer más, de ver dónde está y como es ese maravilloso atolón. Cuantas millas tiene, lagunas, arrecifes , islotes, cantos , bancos de arena, playas, canales , pass,..

Los mails se suceden y el intercambio de información hace que tu día a día vaya cambiando. Le tienes que dedicar cada vez más tiempo a recuperar la concentración y a mandar a tu mente a ocupar el lugar que le corresponde cuando entras al trabajo. Nos cuesta mucho, y cada día que pasa más.

A medida que se acerca la fecha, llega un momento en el que uno va al curro, pero no está en el, ya ha cogido el primer GT y se ha dado el primer baño en una de las lagunas trasparentes de un atolón que se forma con la marea vacía por el que vemos salir disparados a tres bluefin tras nuestro chapuzón.

La pita de un coche nos baja de las nubes y nos pone en nuestro sitio, miramos por la ventana como la lluvia arrecia y volvemos al correo a ver si ha llegado algo nuevo, con las últimas noticias del viaje., pero no hay nada, le damos a la tecla para ver si entra algo, pero nada. Nos levantamos del asiento sin saber porqué y nos volvemos a sentar, el efecto del veneno que cada día es más fuerte nos aturde.

Cogemos un bolígrafo y anotamos las cosas que hay que preparar, porque tienes la necesidad de estar en el viaje, de hacer cosas para el viaje, de empezar de una maldita vez el viaje.

Llegas a casa y falta aún un mes, bajas al cuarto donde tienes los arretrancos y empiezas a sacar cosas como para llevar dos maletas y a ponerlas encima de la mesa. Necesitas el tacto, el contacto con el material, por lo menos verlo.

Ya falta menos, el tubo con las cañas lleva preparado en el garaje una semana y cada día antes de salir para trabajar es lo siguiente que miro después de dar un par de besos mis hijas que se van al cole.

La semana que viene nos vamos, se acerca el día soñado y los mails son como el cigarro que se fuma el que está a punto de entrar al dentista. Se convierten en el desayuno que nos va a permitir aguantar la losa de otro día más en la oficina. Estos días son eternos y el contacto con los componentes del grupo a estas alturas es una necesidad.

Mails, mensajes, llamadas, los amigos,.. son los chicles del fumador empedernido que no aguanta más.,…mis amigos.

Por fin , llego el día , mañana nos vamos. La maleta preparada, con cada una de las cosas en su lugar y con el peso exacto. Uf !!…, el trámite del bulto ha pasado y he conseguido meterlo todo cuando parecía imposible.

Llega la hora de irse a la cama, pero a pesar de llevar varios días sin dormir, es imposible. No consigo quitármelo de la cabeza, y necesito descansar. Nuestra imaginación empieza a trabajar y nos turba, nos inquieta, y nos despierta, deseando que amanezca para interpretar nuestro papel dentro de este sueño que está a punto de hacerse realidad.

Iván Acevedo.

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